Un semillero que late con ritmo propio
Un semillero que late con ritmo propio

Comodoro Rivadavia es una ciudad industrial y el trabajo generalmente gira en torno a la extracción petrolera. Cuesta enfocar la mirada y pensar en trabajar en algo que no esté relacionado con el rubro, sobre todo cuando se trata del arte, sinónimo de ocio, y sería difícil medir el impacto en valores de producción. Esta idea podría analizarse y refutarse, pero no es el objetivo de estos párrafos, que pretenden presentar a Julián Limia y David Álvarez, dos músicos comodorenses, que por sobre todo, son trabajadores.

A los lectores ansiosos se les informa que, en Parche y Madera, se aprende a tocar instrumentos de percusión, de cuerdas y también canto. Está ubicado en el km 3, en la calle Onelli 6, frente a la escuela secundaria Hipólito Yrigoyen.

¿Satisfechos? Si es así, se prosigue con la esencia de Parche y Madera, que vale la pena conocer y que puede ser un empujón para quienes tengan deseos de conectar con la música y entender que, para hacer arte, también se trabaja.

David eligió este nombre inspirado en el tema musical “Candombe para Fígari” de Rubén Rada. Allí se nombra al tambor, el cuero, el parche y la madera, elementos protagonistas en la vida de este músico comodorense.

El taller fue una iniciativa personal de David pensada antes de la pandemia, con el objetivo de enseñar percusión, ya que él es creador y director de Dios te Salve Vecina, grupo de percusión que utiliza el sistema de ritmo con señas.