La creación de una IA musical sólida y fiable requiere una gran cantidad de datos de alta calidad: estamos hablando de cientos de miles a millones de pistas que comprenden decenas de miles de horas, incluida una amplia gama de instrumentos solistas y archivos MIDI.
La tentación de tomar atajos extrayendo audio de diversas fuentes en línea es comprensible, pero este enfoque corre el riesgo de vulnerar los derechos de los artistas y los titulares de los derechos de autor y diezmar el valor de los derechos de autor musicales.
Incluso los “Conjuntos de datos abiertos” que afirman estar compuestos en su totalidad por material de dominio público o Creative Commons contienen a menudo obras protegidas por derechos de autor, lo que crea un panorama turbio en el que no están claros los orígenes y permisos de los datos.
Para construir una IA verdaderamente ética, debemos dar prioridad a la concesión de licencias adecuadas y a la colaboración entre los desarrolladores y los propietarios de los derechos de autor. Trabajando codo con codo con los titulares de los derechos y los artistas, podemos crear conjuntos de datos de entrenamiento que respeten los derechos de propiedad intelectual y garantizar que los creadores reciban una compensación justa por sus contribuciones.
Este enfoque requiere una importante inversión de tiempo y recursos, pero es la única forma de garantizar la integridad y sostenibilidad del ecosistema musical de la IA.
Imaginemos un futuro en el que las empresas de inteligencia artificial y la industria musical forjen alianzas basadas en la confianza, la transparencia y el respeto mutuo, en el que las plataformas musicales de IA funcionen como proveedores de servicios digitales (DSP) del mismo modo que lo hacen hoy Spotify y similares.
Trabajando juntos para crear conjuntos de datos de alta calidad y de origen ético, podemos liberar todo el potencial de la IA, salvaguardando al mismo tiempo los derechos y los medios de vida de los artistas que lo hacen posible. Es un reto, pero debemos aceptarlo si queremos construir un futuro en el que la creatividad y la tecnología puedan prosperar juntas.
